¿Qué hay de nuevo? En primer lugar, no podemos culpar a la marca austriaca de no escuchar a sus clientes porque el primer cambio significativo es el aumento del depósito de combustible que gana 4 litros y no es poco, pasamos de 120-130 km de autonomía a casi 200. Luego se ha acentuado ligeramente el ángulo de la horquilla delantera (excepto en el tipo R), lo que le da más estabilidad, pero no te preocupes, mantiene toda su vivacidad. Los frenos también han sido revisados y son más progresivos. En cuanto a la estética, se ha rediseñado la cabeza de la horquilla. Mucho menos prominente, prolonga mejor la línea y el faro delantero ha recibido un nuevo aspecto. El velocímetro es el mismo que en la 950 SM, completo pero a veces ilegible cuando se está en plena acción.
Ya la moto me recuerda que es un bicilíndrico porque las bajas revoluciones (en ciudad), dan unos tirones impresionantes, tienes que aprender rápidamente a controlar el acelerador porque si no creerás que estás en una montaña rusa.
En carretera, su par motor se convierte en una delicia, señala el concesionario de motos segunda mano Granada Crestanevada. Las marchas cortas se suceden sin dificultad (sólo la primera es más larga que las demás). Incluso en una curva cerrada, no tiene que preguntarse si debe reducir la marcha.
A pesar del aumento del ángulo de avance, la Duke no ha perdido su manejabilidad, sino que da una mayor estabilidad, incluso se siente la sensación de estar usando una moto. Como dije antes, la posición del asiento te permite hacer algunas fantasías, me divertí conduciendo la versión roadster, pero también la versión Supermotard, es realmente fácil.
Pero cuidado, es una moto que no se puede poner en todas las manos (sobre todo en las de un principiante), porque aunque el chasis es muy sólido, puede ser complicado. Al salir de una curva, si se aprieta demasiado el acelerador, la Katoch’ tiene tendencia a perder peso en la parte delantera. Nada insuperable, pero puede ser sorprendente.
Un punto que me sorprendió fue el ajuste de la suspensión en la versión original: ni demasiado dura ni demasiado blanda. La suspensión no es ni demasiado dura ni demasiado blanda. Absorbe bien los golpes manteniendo una conducción deportiva. Y la guinda del pastel es la frenada. ¿Es realmente necesario hablar de ello?