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En la superficie parece que las lesiones de la natación son raras comparadas con las de otros deportes. Después de todo, se dice que la natación es una de las mejores y más seguras formas de ejercicio. El hecho es que las lesiones ocurren tanto entre los principiantes como entre los nadadores competitivos. Las principales áreas que se lesionan al nadar son los hombros y las rodillas. Sin embargo, también se producen calambres musculares y lesiones en la espalda y el cuello.
Dolor de hombro
Los nadadores realizan un gran número de movimientos de brazos por encima de la cabeza durante el curso de su entrenamiento. De ello se deduce que los hombros están sometidos a un tremendo estrés y que pueden producirse microtraumas. Estos microtraumas se convierten en una serie de síndromes: tendinopatía del manguito de los rotadores, tendinopatía del bíceps y bursitis subacromial. El uso excesivo y la inestabilidad son las principales causas de estas lesiones, seguidas por una mecánica defectuosa, aumentos repentinos de la carga o intensidad del entrenamiento y el uso de palas de mano.
Algunas áreas técnicas de la natación que pueden provocar dolor en el hombro son: esforzarse demasiado con cada brazada o tener un balanceo corporal insuficiente con el estilo libre, enderezar excesivamente los codos con un golpe de pecho, tirar con los codos demasiado estirados con la espalda y entrar en el agua con los brazos hasta alejarse del cuerpo con la mariposa.
Los síntomas incluyen un profundo dolor en el hombro que se siente por la noche o puede que sólo se sienta durante el arco de movimiento cuando se levanta el brazo desde la cintura hasta por encima del hombro. Si hay un pinzamiento o una tendinopatía, el dolor puede aumentar con el tiempo, a diferencia del dolor repentino si hay un desgarro. A la primera señal de dolor en el hombro, un fisioterapeuta debe hacer una evaluación para que la rehabilitación pueda comenzar antes de que la condición empeore.
El descanso y el hielo al principio son útiles, seguidos por el calor y el ultrasonido. La rehabilitación se centrará en ejercicios de estiramiento para mejorar la movilidad de la articulación y en ejercicios de fortalecimiento de los músculos estabilizadores del hombro. Debe dejar de entrenar por encima de la cabeza y de usar palas de mano durante el período de rehabilitación.
Dolor de rodilla
Las lesiones de rodilla que implican un aumento de la tensión en el ligamento colateral medio (que estabiliza la rodilla), pueden ocurrir tanto en los jóvenes como en los nadadores más experimentados. La cápsula de la articulación de la rodilla y la rótula (rótula) también pueden lesionarse al nadar. La debilidad del vastus medialis (el músculo interno del muslo que forma parte del cuádriceps), la mala mecánica y técnica de natación y la disminución de la flexibilidad de los tendones de la corva pueden contribuir a estas lesiones de natación. El descanso y la aplicación de hielo para reducir el dolor y la inflamación, seguidos de fisioterapia, le ayudarán a volver a nadar.
Los calambres musculares al nadar pueden ser fatales. Pueden ser leves o dolorosos y ocurren principalmente en los músculos que cruzan dos articulaciones, más comúnmente el músculo de la pantorrilla. Los calambres pueden ocurrir como resultado de un mal acondicionamiento, fatiga muscular, deshidratación o la realización de una nueva actividad. Si se produce un calambre en la pantorrilla mientras nada, debe darse la vuelta sobre su espalda, levantar la pierna con dolor y usar los brazos para remar hasta la orilla.
La espalda, el cuello y la parte superior de la columna vertebral también pueden lesionarse mientras se nada como resultado de estar sobreestirados durante el brazalete y de un balanceo insuficiente del cuerpo durante el brazalete de espalda y el estilo libre. Para evitar el dolor de espalda al nadar, debe hacer que un entrenador de natación examine su técnica. Los movimientos bruscos y espasmódicos pueden causar tensión en el cuello y en la parte superior de la columna vertebral. Si se produce una lesión en la espalda, debe descansar de la actividad, aplicar hielo y buscar un tratamiento de fisioterapia. Los ejercicios especialmente diseñados para estirar y fortalecer los músculos pueden ser lo que usted necesita. No dude en visitar la clínica de fisioterapia Granada Miguel Peña en Camino de Ronda, 46, 1ºE, 18004 Granada, teléfono 606 61 05 16 si tiene alguna de estas lesiones.